Medicamentos para el COVID-19
La carrera por el medicamento: La esperanza argentina.
La carrera para desarrollar medicamentos para tratar el nuevo coronavirus ha comenzado. A diferencia de las vacunas, que la Argentina está lejos de poder competir con un desarrollo local, científicos argentinos elaboraron un suero a partir de anticuerpos de caballos que logró impedir el ingreso del coronavirus a las células en pruebas de laboratorio (1).
El sábado 18 de julio, el Dr. Fernando Goldbaum, en un evento por zoom realizado por el Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (CEPROFAR) y ante más de 200 participantes, dijo que están muy avanzados los trámites para empezar las pruebas de estudios clínicos en humanos en al menos tres centros de referencia, el Sanatorio Güemes, el Hospital Italiano y el Hospital Pirovano. Ya están en evaluación las últimas etapas de los protocolos en ANMAT y en los respectivos comités de ética.
En el mundo también hay otros proyectos. El laboratorio Regeneron anunció el lunes 13 de julio (2) el inicio de un estudio de Fase 3 para probar su cóctel de anticuerpos que previene las infecciones por coronavirus en personas que han estado expuestas al contagio de un paciente con COVID-19. Otro laboratorio farmacéutico líder, Eli Lilly de Indianápolis, podría en poco tiempo liberar datos sobre su producto anti-Covid.
La necesidad de lograr el medicamento hizo que surgiese una nueva empresa, Adagio Therapeutics, creada a partir de la biotecnológica Adimab (una compañía privada especializada en anticuerpos, y asociada en proyectos con varias empresas farmacéuticas, como Biogen, GlaxoSmithKline y Novartis) y que se ha lanzado también a la carrera con una cartera de anticuerpos contra el coronavirus desarrollados dentro de Adimab. La nueva compañía tiene su sede en Oakville, Ontario.
La Carrera por el medicamento: ¿Dónde estamos?
REGN-COV2 de Regeneron combina dos anticuerpos que se unen en dos lugares diferentes de la proteína "espiga" característica del coronavirus. El ensayo de fase 1 con 30 pacientes hospitalizados y ambulatorios comenzó el mes pasado. Ahora, Regeneron también iniciará dos ensayos de Fase 2 y de Fase 3 con 2000 pacientes en Estados Unidos y con otros 3000 individuos en países latinoamericanos que podrían ser Chile, México y Brasil.
Ambos estudios evaluarán como punto final resultados virales y clínicos. Las pruebas tienen el apoyo del gobierno de los Estados Unidos y por ello el desarrollo y la fabricación de REGN-COV2 se han financiado en parte con fondos federales. A diferencia de los anticuerpos fabricados por los científicos argentinos, que se originan a partir de equinos, los anticuerpos de Regeneron son elaborados a partir de ratones. La gran ventaja de estos sistemas de producción, es que pueden ser producidos en gran escala.
El otro laboratorio estadounidense, Eli Lilly, anunció (3) el 8 de junio el comienzo de un estudio de fase uno, con el mismo fundamento que los científicos de Regeneron y de Argentina. Para el desarrollo de su producto, que también sería un cóctel de anticuerpos, realizó una alianza con la empresa china Junshi Biosciences y el Instituto de Microbiología de la Academia China de Ciencias.
Adagio Therapeutics (4) utilizará una cartera de anticuerpos contra el coronavirus desarrollados previamente por su empresa madre, Adimab, el primero de los cuales debería estar listo para pruebas en humanos a finales de año. Su estrategia se basa en que los anticuerpos podrían cubrir además del SAR-COV-2 otros coronavirus que pueden ser nuevas amenazas pandémicas.
El equipo argentino liderado por Fernando Golbdaum es un emprendimiento donde se articulan los esfuerzos de laboratorios privados, centros de investigación públicos y el gobierno con apoyo logístico y monetario. Es un ejemplo de cómo se debería proceder en investigación y desarrollo, para lograr que la ciencia argentina avance con conocimientos propios. Todo multiplica, porque también los sanatorios y hospitales públicos y privados con su personal calificado se suman al proyecto. Y hasta puede generar divisas, ya que la tecnología generada podría exportarse.
Ante la consulta de los participantes, Goldbaum señaló que otra ventaja que tendría el desarrollo argentino es que el uso del medicamento podría ser compatible con la administración de la vacuna cuando llegue al mercado. Así actuaría de forma muy similar a lo que ocurre actualmente con el medicamento Gammatet que es la combinación de vacuna antitetánica e inmunoterapia pasiva mediante el aporte de anticuerpos tetánicos (globulina tetánica inmune humana termotratada).
En este caso, si una persona contrae COVID-19, los contactos también podrían ser tratados preventivamente con los anticuerpos y luego se aplicarían la vacuna. Dando tiempo a la vacuna a activar la inmunidad mientras los anticuerpos protegen al paciente.
Prospecto de Gammatet
La importancia de estos tratamientos con anticuerpos además, es que pueden utilizarse para disminuir la mortalidad en personas con alto peligro de vida, y podrían enfocarse a proteger las poblaciones con mayores riesgos y exposición como los hogares de ancianos, los trabajadores de la salud, fuerzas de seguridad, pacientes con co-morbilidades y de esa manera ayudar a que los sistemas de salud puedan resistir la embestida de las probables oleadas de Covid-19. Aunque son tratamientos para usar en fase temprana de la enfermedad ya que los anticuerpos quizás duren un corto plazo o sólo algunas semanas. El fundamento farmacológico de todos los medicamentos a base de anticuerpos es limitar el daño de una infección con el virus SARS-CoV-2 al impedir que el virus ingrese a las células y se replique, actúan entonces, colaborando con el sistema inmunitario del cuerpo.
Bibliografía
(1) Farmascopionet - 18 de junio 2020. (Ver link aquí)
(2) Anuncio de REGENERON del 6 de julio de 2020 (Ver link aquí)
(3) Anuncio de Eli Lilly del 8 de junio de 2020. (Ver link aquí)
(4) Trialsite news - 16 de julio de 2020. (Ver link aquí)
*Autor: Daniel Ricchione Farmacéutico M.N. 11866 Correspondencia al autor: ricchdan@gmail.com
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